Cuáles son las lesiones más frecuentes de un ciclista y cómo evitarlas

No queremos asustarte. No te contamos esto para que aparques tu bici y te metas en una burbuja, sino para que la cojas con más fuerza que nunca después de saber a qué te puedes enfrentar. El ciclismo es un deporte super completo que te ayudará a:

• Mejorar la capacidad cardiorrespiratoria
• Fortalecer la musculatura
• Mejorar el sistema inmune
• Liberar estrés
• Adelgazar

¿Necesitas más razones para comenzar a pedalear?

Acabamos de compartir con vosotros la parte positiva del ciclismo pero ahora toca hablar de su parte negativa: las malditas lesiones. Esos dolores que te acompañan como tu peor pesadilla y te impiden practicar tu deporte favorito con regularidad. Los cuádriceps, el glúteo y los isquiotibiales son algunas de las zonas del cuerpo más implicadas en el ciclismo, por eso, alguna de las lesiones más comunes entre los ciclistas son:

Tendinitis rotuliana: Es la más frecuente y afecta a la zona de la rodilla, concretamente a la parte inferior de la rótula. Se debe a un movimiento repetitivo con cargas elevadas. Al principio puede manifestarse un dolor leve en la rodilla pero con el ejercicio prolongado puede llegar a impedir la práctica de deporte. Ajustar la posición del sillín correctamente puede ayudarte a evitarla.

Tendinitis de Aquiles: Se trata de una lesión muy común, provocada por una mala colocación sobre la bicicleta. Hay que vigilar que el sillín se encuentre a la altura correcta y que los pedales estén alineados para no forzar la posición. Esta lesión comienza con un dolor en la parte superior del tobillo y rigidez en la zona, sobre todo por la mañana, que se agudiza con el paso del tiempo.

El Síndrome del túnel carpiano: También es habitual entre los ciclistas por el exceso de apoyo en el manillar. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran el hormigueo, entumecimiento, falta de sensibilidad y dolor en las manos. Los biceps, triceps y cervicales están muy implicados en esta modalidad deportiva y es habitual encontrar ciclistas con lesiones en la parte superior del cuerpo.

Traumatismos: Como hemos comentado previamente los ciclistas tienen que lidiar con factores externos que en ocasiones pueden provocar aparatosas caídas. La mayoría de los impactos se sufren en los miembros del tren superior como la clavícula, las muñecas, el codo y la cabeza -por eso es fundamental el uso del casco-. ¡Así que ya sabéis! en la bicicleta precaución amigo ciclista si no quieres acabar con una escayola.

Dolor cervical y lumbar: La postura del deportista sobre la bici ocasiona en muchos casos dolor de espalda. Además, la tensión mientras se pedalea fomenta la sobrecarga muscular en esta zona del cuerpo. La mejor opción es relajarse y pedalear de forma fluida con el manillar un poco más elevado de lo habitual para no forzar una postura incómoda y antinatural.

Zona perineal: Muchas veces no se tiene en cuenta esta parte del cuerpo, pero el roce con el sillín y los constantes rebotes pueden provocar rozaduras muy molestas y dolorosas. Para evitarlo puedes optar por un sillín de gel, más blandito, o un culote de ciclismo que amortigüen los impactos.

Los dolores por la práctica continuada de un deporte se pueden evitar si corriges algunos detalles en tu día a día. En el ciclismo unos sencillos ajustes en la posición, rutinas adecuadas y los complementos perfectos te ayudarán a sentirte mucho mejor.

Sillín: Comprueba que la altura del sillín es la adecuada. Fíjate que quede al mismo nivel que tu cadera y, sobre todo, que permita realizar el movimiento de extensión de la rodilla sin forzar.

Manillar: Ajusta el manillar de tu bici para evitar dolores de espalda y cuello.

Calzado: Es muy importante utilizar unas zapatillas específicas de ciclismo. Han sido diseñadas para que puedas mantener una postura correcta sobre tu bici, que tus rodillas no sufran y mejorar tu rendimiento.

Calentamiento: No te lances a lo loco. Comienza progresivamente y antes de subir a la bici realiza unos pequeños movimientos en las zonas implicadas para ir preparando la musculatura y evitar sustos.

Estiramiento: Una buena flexibilidad es tu mejor aliado porque evitará que tus músculos se rompan con facilidad.